CASO MICHAEL JACKSON
La noche del
25 de junio de 2009 pasó a la historia del mundo de la música por la muerte del
Rey del Pop, mi contemporáneo, Michael Jackson. Dos años después, en noviembre
del 2011, el cardiólogo Conrad Murray,
contratado por la Promotora AEG para servir como médico personal de Jackson en
su Gira This Is It, a pesar de que el médico era técnicamente candidato para la
libertad condicional , fue condenado a la pérdida de su Licencia Profesional
para ejercer la Medicina y a cuatro años de prisión por homicidio involuntario,
de los cuales cumplió dos años de por ser un "preso ejemplar".
El abogado
de Murray dijo a los periodistas afuera de la prisión que su cliente intentaría
recuperar sus licencias médicas en California, Texas y Nevada para reanudar su carrera.
En el juicio
que duró dos meses, el jurado determinó que la muerte del cantante se debió a
una sobredosis del anestésico quirúrgico propofol y dejar a Jackson sin control
ni vigilancia, mientras el poderoso anestésico entraba a través de un goteo
intravenoso. El propofol es una droga que sólo debe ser usada con
equipos de monitoreo y resucitación en un ámbito hospitalario. Murray tenía por
práctica, según la evidencia presentada en juicio, darle propofol en te, cada
noche a Jackson en su mansión de Beverly Hills, para combatir el insomnio
severo del que sufría el rey del pop, lo cual es considerado una negligencia
severa.
El jurado
debió evaluar una variedad de investigaciones médicas publicadas, citadas por
los testigos o los abogados, además de gráficos y estadísticas sobre el uso de
fármacos y protocolos de administración de drogas que no son de consumo
habitual. Sin embargo, en el alegato final, los fiscales optaron por destacar
el costado humano de Jackson: un gran artista y un padre atento a las
necesidades de sus tres hijos.
"Para
ellos, el caso no termina hoy, ni mañana ni el día siguiente. Para los hijos de
Michael Jackson el caso continuará por siempre, porque no tienen a su
padre". Y agregó: "Michael Jackson confió en Conrad Murray, le confió
su vida, le confió las vidas futuras de sus hijos... Conrad Murray corrompió
esa relación y Michael Jackson lo pagó con su vida".
Posteriormente,
la familia Jackson, intentó una demanda civil contra la Promotora AEG
considerando que por ser ellos los contratantes del Dr. Murray, AEG tenía un
deber de garante, con respecto a la manera de actuar del médico, era la
encargada de supervisar que el médico estuviera haciendo bien su trabajo, como
empleado suyo que era. Al final la demanda no prosperó y de acuerdo a abogados
norteamericanos "se perdió la oportunidad de reafirmar la responsabilidad
de las empresas con las negligencias cometidas con sus empleados."
0 Comentarios